viernes, 6 de julio de 2012

Entretiempo

- ¿Y Gordo? ¿Sale ese chori?

- ¿Por qué no me agarras este chori, puto?

- Dale gordo sorete. Siempre lo mismo. Dos horas pa’ empezar a comer. Ya estamos todos en pedo.

- ¿Por qué no hace otro el asado?

- Porque te gusta hacerlo a vos.

- Yo lo hago porque nadie más lo hace.

- Dejá, Gordo. Si se pone otro a hacerlo te le parás al lado, no dejás de criticar y a la menor oportunidad agarrás la pala, arrimás unas brasas y ya nadie te saca de ahí.

- Chupame la pija, puto.

- Dejalo en paz al Gordo que si no, no comemos más.

- Te salvás gordo puto.

- Vo, ¿saliste con la minita esa?

- Sí, ayer.

- ¿Y?

- Bien. Ahí, qué se yo.

- ¿A dónde la llevaste?

- Al boliche nuevo, el que abrió el mes pasado. Donde trabaja el Tío.

- ¡¡Apa!! ¿Y cómo está?

- Está buenísimo… para ir solo. Lleno de minas.

- Tenemo’ que ir.

- Sí, si te dejan. El asunto es que te rompen el orto. 200 mangos una cerveza. Me quise hacer el coso y me salió carísima la jugada.

- Y…, si te gusta el durazno bancate la pelusa. Ta’, ¿pero te fue bien entonces?

- Yo que sé. Mirá, me puse la camisa de la suerte que no falla nunca.

- No puedo creer que todavía tengas esa camisa, hijo de puta. La compraste en el 96.

- Sí, fue de las pocas que no me tiró Vero.

- ¡¡¿Vero?!! ¿Después de lo que te hizo la yegua esa le decís Vero?

- Te dije que sos un putito.

- Vos callate Gordo. Y pa vos, ¿qué querés que haga? Me dejó hecho bosta la muy hija de puta.

- Sí, ya sabemos. Bueno, dale, seguí contando. La minita esta, ¿de dónde la sacaste?

- Es amiga de Dani. Laburan juntas.

- ¿Y está buena?

- Fuertísima.

- ¡Buena, tigre! Siempre comiendo con oliva vos, eh.

- Es muy linda de cara.

- ¿Y? ¿Comiste ahí?

- No… tranqui. Viste cómo son las minas bien. Hay que ir suave.

- Jeropa, eso era en nuestra época. Ahora las minas van pa’delante. Además, tenés 30 mostro.

- Bueno, yo qué se. Hacía años que no salía con una mina. Perdí el training. Pero le abrí la puerta del auto. La puse en el ángulo.

- ¡¡¡¿Qué?!!! ¿Ves que sos un putito?

- Callate Gordo, dejalo contar.

- Nada, eso: la pasé a buscar por la casa, me bajé y le abrí la puerta del auto para que subiera. La maté. La mina quedó muda. La agarré a contrapié y metí un golcito ahí.

- Tiene razón el Gordo, sos un putito. Eso no se usa más valor. Encima con tu camisa a cuadros y tu idea de esperar a salir tres veces para tirártele arriba, va a pensar que sos un goma. Bueno, ¿y?

- Nada, charlamos, yo que sé. Tiré algún encare pero me la tiró al corner.

- ¿Quedaste en orsai?

- Sí, más o menos. Pero culminé bien la jugada.

- Te la cogiste entonces.

- No tarado, pará. Te digo que es una mina bien. Me gusta.

- Sos un putito.

- Chupame la verga.

- En serio te digo master. Ahora las minas van más rápido, quieren masita. No quieren franelear. Y más una mina grande. Me habías dicho que tenía como 28, ¿no?

- Sí.

- Y bueno hermano, prendele cartucho. Las minas ahora quieren eso.

- ¿Y vos cómo sabés todo esto?

- Y bueno, sé.

- ¿Y la Ceci sabe que vos sabés todo esto?

- Ta' bien, me cuentan los pendejos del laburo.

- Aaaaah, jeropa. ¿Viste como a vos también te tienen agarrado de los huevos?

- Otro putito.

- Dale Gordo, sacá esos chori hermano. ¿Y, en qué quedaste con la mina?

- La semana que viene hay revancha.



Para conocer otras versiones de esta historia se puede leer Breve relato de amor y Querido Diario.

Querido Diario


14/6/2012

Querido Diario:

Hoy salí con un chico.

Me fue bien. Creo. Quedamos para vernos la semana que viene. Me lo presentó Dani, la del laboratorio.

Tengo miedo que sea un poco lento. De entrada me sorprendió. ¡¡¡¡Se bajó a abrirme la puerta del auto!!!! Nunca me lo habían hecho y creo que ni a mis abuelos los vi hacer eso. Es muy de viejo. O de nerd. No supe ni qué decir. Igual, iba vestido con mucha onda… si estuviéramos en los 90.

Me puse de estreno una remerita y un pantalón que compré en la liquidación de Tara. Ni muy pacata ni muy gato.

Tampoco quiero que piense que soy un putón. No me puedo regalar. La verdad, un poco me gusta. Y vos bien sabés que la última entrada con sexo es de hace 4 meses. Bueno está bien, a vos no te puedo mentir: 6 meses. Y sólo fue una tocadita por arriba del pantalón. Cuando me di cuenta que era casado le pedí que me trajera a casa. Una tiene códigos. La última con relaciones fue la última vez con Pablo, hace como 9 meses ya. Una semana antes de dejarlo. ¡¡Qué boluda!! No puedo creer que estuve más de 4 años con ese tarado.

La salida estuvo bien. El boliche medio cagada. Se ve que me quería impresionar y me llevó al boliche que abrieron hace un mes y ya se puso de moda. Conocía a alguien en la puerta y consiguió que no tuviéramos que hacer la cola de media hora que había. Al final, una cagada. La música muy fuerte. Lleno de chetos y minitas boludas.

Pero en definitiva bien. Quedamos de vernos de nuevo el finde que viene.


Lo que no me gustó mucho es que se la pasa haciendo comparaciones con cosas del fútbol.



Este texto estaría buenísimo que lo escribiera una mujer. Así que si alguna se anima, adelante.
Para conocer otras versiones de esta historia se puede leer Breve relato de amor y Entretiempo.