domingo, 19 de febrero de 2012

5 minutitos con Dios

Ayer fuimos con la Flaca a la primera consulta con el médico.


Los médicos sí que están subidos al caballo. Porque si los abogados somos semidioses, los médicos se creen dioses completos.

Porque las cosas como son. Los abogados SOMOS semidioses. El conocimiento cabal de cómo uno debe comportarse en la vida nos convierte en prohombres. El saber qué es lo que la norma (o la Marita), la So-cie-dad espera de nosotros en cuanto al interrelacionamiento con nuestros pares nos pone un escalón por encima del ciudadano normal. 

Pero, a lo que iba: a la Flaca le prohibieron las drogas duras, las drogas blandas, el alcohol, la carne cruda, la aspirina, el whisky, la ensalada cruda, el porro, la cerveza, el cigarrillo, las verduras sin lavar, los calmantes, correr en pata por la playa, Valium, el vodka, y alguna cosa más que no pude retener.

Pobre...

Y pobre la criatura, que llega a este mundo sin conocer las cosas buenas.

Espero que esto no tengo un efecto arrastre y me incluyan a mí.


lunes, 13 de febrero de 2012

♫ Usteeeeed, preguntará qué carajo hago ♫

Siempre me gustó escribir. Capaz por eso me hice abogado. O capaz que fue al revés, estudiando abogacía me empezó a gustar escribir. O no; capaz no tiene nada que ver.

De todas formas, los abogados nos la pasamos escribiendo historias, contando cuentos. A veces contamos la trágica separación de una pareja, cómo él abandonó el hogar conyugal para irse con otra yegua y cómo no le pasa plata a los hijos habráse visto.

Otras veces narramos el pobre drama del comerciante que invirtió todo su capital en poner una cancha de pádel y de cómo se fundió dejando adentro a todo el mundo, incluido el vendedor de pelotitas.

A veces, cuando conseguimos buenos clientes, podemos tener un apasionante thriller sobre intrigas y espionaje corporativo. Bueh, no sé, seguro a alguno le pasa.

El problema con todo esto es que la historia que contamos está destinada a convencer a alguien de que tenemos razón. Los escritos que hacemos no están destinados a sacar sonrisas o a hacer reflexionar o a enternecerse.

Para eso supongo que estarán estas bitácoras. Y porque tengo ganas voy a seguir escribiendo un poco. 

Y si las cosas no caminan, seguiré por el derrotero natural de los abogados: devengaré en periodista deportivo o peor, incursionaré en la política.

miércoles, 8 de febrero de 2012

El círculo


Me llamo Nicolás y tengo 31 años.

Hace dos años murió mi padre. El hecho de recordarlo me recuerda que ya no está. Es un círculo viciado (viciosos éramos nosotros). Y duele.

Hoy un círculo se cierra. Hoy me dijeron que voy a ser padre. 

Hoy un círculo se abre. Y no duele para nada.


El círculo by Kevin Johansen + The Nada + Liniers on Grooveshark

* Ilustración de Serrana Del Castillo©