martes, 19 de junio de 2012

Hablemos

- Disculpe, pero ya sabe que no se pueden verter opiniones políticas en este espacio.

- De acuerdo, pero permítaseme comentarle que en realidad no me lo habían dicho.

- Pues se lo estamos diciendo ahora.

- Entonces ¿no puedo opinar sobre el gobierno por ejemplo?

- A ver, antes que sigamos, ¿Usted sabe lo que es la política?

- Por supuesto.

- Definamelá.

- Bueno, la política es el arte de gobernar o dirigir la cosa pública.

- ¿O sea que para usted la política es un arte?

- Sí. Eso dicen.

- ¿Y qué es el arte?

- Helarte es dejarte helado.

- No sea tarado, hablo del arte.

- No me tutee por favor, "helarlo".

- Hablo de EL arte.

- Aaah... arte es toda expresión humana que se precie de tal.

- Ajá, de tal... qué?

- ¿Qué talco?

- ¿Todo viento y bosta?

- Bien, por suerte todo bien.

- ¿Va a decir algo sobre por qué piensa que la política es un arte?

- Esteeee..., bueno, eeeh... básicamente...,

- Argumente señor, deje las muletillas.

- Usted me discrimina por mi discapacidad

- ¿De qué discapacidad me habla?

- De mi cojera en el habla que me obliga a usar muletillas.

- A mí me parece que usted es un poco pelotudo.

- ¿Me ha visto las pelotas?

- Usted es un pajero.

- No, no trabajo de quinchador.

- Usted es un boludo.

- ¿No habíamos quedado en que no me había visto desnudo? ¿Usted es homosexual?

- Ah, pero, como dice el dicho, usted es toro en rodeo propio y torazo en rodeo ajeno.

- ¿De qué habla señor? Yo soy un ser humano, una persona bien, hecha y derecha.

- Qué lástima. Los zurdos le ponen mucha y mejor rosca.

- Usted siempre hablando de fútbol.

- Uno habla de lo que sabe.

- Usted no sabe nada de nada.

- Usted tampoco.

1 comentario:

Pase doña, mire que no molesta.